Jose
Ángel Guedea Adiego, a través de la página de la Federación Española de Judo.
Jose
Ángel Guedea Adiego
Nos
va costar acostumbrarnos
La
mañana del miércoles
4 junio de 2014, tomando café con los matutinos a las 8’45 después
de la sesión, Carlos Rubén López un alumno primer dan del club,
cardiólogo en el hospital donde estaba ingresado Jesús nos ha
mandado un wasap. “Jesús acaba de fallecer. No
se ha podido hacer nada más, que paliar su
sufrimiento.” Era un
desenlace anunciado. El martes cuando fui a visitarlo ya estaba
sedado y asistido con goteros, oxígeno… Resulta un día
triste. Triste para el Judo, triste para sus amigos, triste para los
seguidores de Arajudo y triste para mí.
Jesús
Asensio Calahorra, nació el 3 de febrero de 1965. El 26 de enero de
1999 se inscribió para hacer Judo en el club. Inicialmente comenzó
en el grupo para
adultos que
se inician martes y jueves y fue con mi socio Jesús Sánchez con el
que empezó.
Con
34 años descubrió el Judo y encontró su deporte. No se si era
entonces consciente de lo que el Judo iba a significar en su vida.
Era introvertido y reservado. De aspecto “especial” pues mostraba
sobrepeso, y como no debía haber practicado ningún deporte denotaba
la torpeza que caracteriza a los
que comienzan tarde y que además su
morfología propiciaba.
Inicialmente se limitaba
a asistir en su grupo pero en cuanto fue consciente de que podía
asistir a más sesiones, aparecía en cualquier
entrenamiento. Recuerdo los sábados por la mañana que yo tenía
entrenamiento con los juveniles, que me descolocaba porque era un
“pesado inexperto” y me daba miedo que sin querer lesionase
a mis alumnos.
Y
así fue como Jesús Asensio se inició en el Judo. Estamos hablando
de 1999. Ese era el año que se celebraba el Campeonato
del Mundo en Birmingham y donde mi alumno
Sergio Doménech participaba representando a España. A
Doménech lo llevaba la Federación Española y sus amigos más
allegados, que se lo podían permitir, conmigo a la cabeza, decidimos
ir a ver el mundial.
Jesús
entre bastidores asistía a la preparación de Dome y a la inquietud
y a la problemática que nos proporcionaba la organización del
viaje. Ya en Birmingham, la primera noche paseando por los
alrededores del pabellón nos encontramos a Jesús Asensio.
Habíamos estado juntos
en las sesiones en el club esa misma semana y sin haber hecho un solo
comentario, apareció en Birmingham. Esto fue en septiembre de 1999.
De
regreso una vez en
casa, aunque su nivel de Judo seguía siendo de
amarillo o naranja, “la machada” de haber estado en un mundial
nos hacía, por lo menos a mi, me hacía mirarlo de manera distinta.
Y
también a mi socio, que se empeño en conseguir en que cayera con
soltura hacia delante rodando, y con todas
las dificultades que suponía su falta de
coordinación, su sobrepeso, su torpeza…, pero la tenacidad de mi
socio sumado al interés de Jesús, consiguió que llegara a rodar
con una soltura para su peso inimaginable, hecho del que mi socio se
mostraba orgulloso, y que Jesús feliz exhibía cuando se lo pedía.
Lo
que no tengo noción exacta de
cuando comenzó con Arajudo y con la fotografía. Primero entre 2002
y 2004 la primera
página que tuvo se denominaba Galeón y allí
comenzaba a colgar fotos. Arajudo debió nacer a finales de 2004 o
comienzo de 2005. En verano de 2005, desde luego ya existía Arajudo,
pues colgó las fotos
de las Quintas Jornadas que en Torrelavega
impartió el maestro Fuji.
Lo
que es evidente que hizo de la fotografía de Judo su vida, de su
página su pasión. En los últimos tiempos era consciente de que su
página resultaba un tanto caótica y que estaba desordenada, y
preveía arreglarlo, pero en su página cabía todo.
Personalmente
a mi me abrió una ventana donde expresar mis sensaciones y mis
inquietudes, y que la gente
del mundo del
Judo pudiera leer. Reconozco que he sido un privilegiado. Me dio la
oportunidad de salir en su página, y durante casi seis años, en
julio de 2008 colgó la primera, ha colgado puntualmente mis
reflexiones. Y entiendo
que esto me ha dado más popularidad en el mundo del Judo.
Hay
unas páginas de Judo que todos pinchamos cuando queremos estar al
día, son la oficial de la RFEJYDA, Arajudo y Hajime Judo. No creo
que haya páginas
más leídas
que estas en España. Todos los judokas cuando queremos estar
informados cada vez que entramos buscamos estas páginas.
Luego
cada uno tiene preferencias por otras. La de cada autonomía, la de
cada club. Yo personalmente visito con cierta frecuencia la de Víctor
García Osado, judoka catalán al que aprecio y en su momento
ha colgado unos escritos que me han parecido interesantes.
Cuando
se realizaban actividades en los clubes y en las autonomías, con
Asensio quedaban plasmadas en Arajudo y duraban más en la memoria de
todos. De alguna manera se evidenciaba, que se habían celebrado.
A
Jesús se le abrían las puertas. Todos queríamos tenerlo en
nuestras actividades. Si no aparecía en Arajudo la actividad,
parecía que no se había realizado.
Con
Jesús la amistad que manteníamos era una amistad un tanto especial.
Las amistades que tienes de siempre se fraguan en la adolescencia. Y
como creces con ellos y compartes su vida, de tus amigos lo sabes
todo, estas al tanto de sus problemas y sabes como ha sido
prácticamente toda su vida. Cuando una amistad se inicia siendo
adultos hay muchos tiempos
de vida y muchas lagunas que desconocemos.
Y
mi amistad con Jesús empezó siendo mayores. Además era reservado y
si no le preguntabas apenas sabías nada de él. Hemos viajado mucho
juntos. Lo he llevado muchas veces al lado en mi coche, pero muchas
veces dormido o en silencio. En los últimos viajes se encontraba
violento cuando me pedía parar con cierta frecuencia pues tomaba
mucha medicación. No quería molestar y pensaba que incordiaba por
la necesidad de las paradas.
Nos
habíamos acostumbrados a nuestras rarezas y sabíamos cada uno como
le gustaba hacer
las cosas al otro, lo que nos facilitaba el trato.
Muchas veces en los viajes se dormía y si iba despierto y no le
hablaba, tampoco decía nada
El
último viaje fue al campeonato de España senior, “Rugió Leganés”
tituló cuando puso las fotos, que fue la última
actualización que hizo de su página desde el
hospital.
Lo
fui a buscar a casa. Jesús era siempre puntual. Como tardaba tuve
que llamarle. Bajó, salió del portal y se quedó quieto frente al
coche. Me pidió ayuda para abrir el portamaletas y meter la bolsa de
las cámaras. En Leganés, durante el campeonato estuvo sentado
haciendo las fotos. Una vez que se levantó, rodó por el pabellón.
En el regreso a Zaragoza reconozco que yo iba agobiado por como se
encontraba. Más tarde me enteré de que salió del hospital porque
había pedido el alta voluntaria.
Ahora
sin Jesús se me acumulan sensaciones. El Judo en la red
entiendo que se ha quedado huérfano. A los judokas de alguna manera
nos ha dejado desamparados. A mí personalmente me ha derivado un
problema.
Ahora
escribo esto sin saber donde y si lo voy a poder colgar, ¡qué
sensación! Cuando uno muere, los que nos quedamos lo lloramos
por indefensión, sensación de soledad.
Porque
ya no lo vamos a volver a ver, pero muchas veces, más que pensar en
el muerto a parte de que podamos ser creyentes o no, pensamos en el
vacío que nos deja. De alguna manera mostramos un interés egoísta
por él. No lloramos por él lloramos por nosotros.
En
este caso nuestros interrogantes son: ¿Quién va a hacer ahora las
fotos? ¿Quién va a ser capaz de crear una página donde esté todo,
como estaba en Arajudo…? ¿Quién va a hacer de Asensio ahora?
¿Quién va a dedicar tanto tiempo…? En mi caso particular, ¿Dónde
daré salida a mis reflexiones?
Y
aunque nadie es imprescindible, y el camino por el que ha marchado
Jesús es ley de vida y es el camino que más pronto o más tarde
todos hemos de recorrer y seguro que nos apañaremos, lo vamos a
notar.
Este
último mes de mayo ha sido un mes intenso. Desde
que volvimos del senior, para el que pidió el alta voluntaria, (yo
no lo sabía), ingresó y poco a poco se ha ido deteriorando. Yo lo
he ido a ver cada mediodía antes de venir para casa. Y cada día
haciendo planes me comentaba la posibilidad de acudir a la siguiente
competición. El campeonato escolar, la copa en La Coruña, la
World-cup, la liga, luego sería Jaca, Azuara, Torrelavega y conforme
se acercaba cada evento había que cambiar de idea. Al escolar fui
sin él, a La Coruña mando avisar de que no estaba en condiciones de
ir, para la World cup volvió a pedir el alta voluntaria, pero
llegando a casa al bajar del taxi se cayó y volvieron a ingresarle…
El
lunes día 2 ya estaba un tanto desorientado. Los médicos habían
dicho a su familia que el desenlace iba a ser fatal. Que lo sedarían
para que no sufriese y así lo hicieron. El martes ya estaba sedado…
esperando “marchar”…
Has
perdido un amigo, me dice momentos antes del funeral Vicente Palomar
creador de Tagoya, donde Jesús trabajó mientras pudo.
Y
verdaderamente yo he perdido un amigo, pero todos hemos perdido algo
y me parece indicado este fragmento del poema “Por quién doblan
las campanas” de John Donne que habla de la muerte de un hombre:
“Ningún
hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una
pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una
porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un
promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna
persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me
encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por
quién doblan las campanas; doblan por ti.”
John
Donne
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